A pocos días de que termine el periodo legislativo, la reforma a la salud en Colombia enfrenta un futuro incierto.
El 12 de diciembre, el debate del polémico proyecto de ley fue suspendido debido a la falta de quórum en la Cámara de Representantes, situación que podría poner en peligro su aprobación antes de que finalice el periodo legislativo, previsto para el 16 de diciembre.
El debate, que debía centrarse en los impedimentos y en los primeros articulados del proyecto, no logró reunir a los suficientes congresistas, incluso entre los que apoyan al gobierno. Esta falta de consenso ha generado incertidumbre, y aunque se espera que el proyecto continúe su trámite durante las sesiones extraordinarias del 17 al 20 de diciembre, algunos legisladores ya se muestran escépticos sobre su viabilidad.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, se mostró optimista y aseguró que el proyecto avanza favorablemente. Según el funcionario, los cuatro días adicionales de debate previstos en las sesiones extraordinarias serán suficientes para cerrar el proceso en la Cámara de Representantes, lo que permitiría avanzar al Senado.
«Vamos bastante bien. En la próxima sesión se terminarán los debates e iniciarán la discusión del articulado», afirmó Jaramillo.
División y falta de apoyo dentro del Congreso
Sin embargo, el apoyo a la reforma dentro del Congreso sigue siendo dividido. El representante Andrés Forero, del Centro Democrático, aseguró que ni los congresistas afines al gobierno están dispuestos a respaldar el proyecto, señalando que no existen los votos necesarios para su aprobación.
«Ni siquiera los partidos de Gobierno están dispuestos a votar el proyecto de reforma a la salud», afirmó Forero.
Por su parte, la representante Catherine Juvinao, de la Alianza Verde, destacó la falta de apoyo, indicando que el gobierno debería reconocer que el proyecto no cuenta con los votos suficientes.
«Ni los congresistas del Pacto Histórico hacen quórum», dijo Juvinao.
Reacciones en redes sociales y el rechazo ciudadano
Desde otros sectores, como la representante Carolina Arbeláez, se celebró la decisión de no cumplir con el quórum, señalando que los parlamentarios no pueden ser cómplices de lo que consideran una «destrucción del sistema de salud».
En las redes sociales, muchos ciudadanos expresaron su preocupación sobre la situación. Mientras algunos celebran que el proyecto no avance, otros cuestionan el comportamiento de los congresistas, recordando que su principal función es asistir a los debates y votar los proyectos que impactan a la nación.
Con el futuro de la reforma a la salud aún en el aire. Se espera que las próximas sesiones extraordinarias marquen el destino de una de las propuestas más controversiales del gobierno de Gustavo Petro.
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