El expresidente Evo Morales, quien lideró Bolivia de 2006 a 2019, se presentó ante sus seguidores este martes para anunciar que está preparado para enfrentar un proceso legal tras recibir una citación formal de la Fiscalía.
Acusado de trata de personas
Morales se enfrenta a acusaciones de “trata de personas” y “estupro” en un caso que involucra a una menor de edad, supuestamente vinculada a un grupo juvenil creado durante su mandato.
La citación, entregada por agentes de las Fuerzas Especiales en Cochabamba, obliga a Evo Morales a comparecer el 10 de octubre en la Fiscalía de Tarija.
En su intervención, el exmandatario afirmó que “ganará esta batalla jurídica” y que ha movilizado a un equipo de 200 abogados dispuestos a defenderlo “gratuitamente”.
“Me defendí de todos los presidentes. Anoche me llamaron; hay 200 abogados listos para defender a Evo gratuitamente”, afirmó Morales sobre su resistencia a gobiernos previos.
Las acusaciones contra Morales surgieron el 26 de septiembre, coincidiendo con un ultimátum a Luis Arce, en medio de tensiones por el control del MAS.
El presidente Arce, por su parte, ha enfatizado la necesidad de que se respeten las investigaciones, afirmando que “a los niños no se les toca”.
Morales, sin embargo, ha denunciado lo que considera una “persecución política” con el objetivo de impedir su candidatura en las elecciones de 2025.
Alerta máxima
La situación ha generado una fuerte respuesta entre sus bases, con federaciones de cocaleros de Cochabamba declarando “alerta máxima” y advirtiendo sobre posibles disturbios si el exmandatario es detenido.
Morales, en su cuenta de X, alegó que el Gobierno está utilizando el caso para desviar la atención de la crisis económica que enfrenta el país.
El Grupo de Puebla, foro de líderes progresistas en América Latina, expresó su preocupación por lo que consideran una “campaña de lawfare” contra Morales y sus implicaciones políticas.
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