En una situación preocupante, las estadísticas de secuestros en Colombia han mostrado un notable incremento bajo la administración del presidente Gustavo Petro.
Según el representante a la Cámara José Jaime Uscátegui, entre agosto de 2022 y septiembre de 2024, se han reportado 616 secuestros, superando los 586 casos registrados durante los cuatro años del gobierno de Iván Duque.
Interrogantes acerca de la paz total
Este repunte plantea serias interrogantes sobre la efectividad de la política de “paz total” implementada por el actual gobierno y los riesgos que estas decisiones podrían estar generando para la seguridad de la población.
La controversia gira en torno a las concesiones realizadas a grupos armados ilegales, que han limitado la capacidad de respuesta del Estado.
Los ceses de fuego «bilaterales» firmados con el ELN y las disidencias de las Farc han restringido las operaciones de las Fuerzas Militares, permitiendo a estos actores ilegales operar con mayor impunidad.
Mientras el Estado ha cumplido con su parte del acuerdo, los grupos criminales han continuado con sus actividades delictivas, incluyendo el secuestro, lo que ha dejado a las comunidades en una situación de vulnerabilidad.
La sociedad colombiana se pregunta si vale la pena seguir apostando por un proceso de paz que parece favorecer a quienes promueven la violencia.
Alarmante numero de secuestros
Con el alarmante aumento en el número de secuestros, es imperativo que el gobierno reevalúe sus estrategias. Es importante que adopte un enfoque más firme que priorice la defensa de los ciudadanos por encima de concesiones peligrosas.
Colombia no puede permitirse retroceder en su lucha contra el secuestro y la violencia. La seguridad y el bienestar de sus ciudadanos deben ser la prioridad.
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