Por: JMC Abogados & Asociados
Durante los últimos meses, brilló por su ausencia en la ciudad de Popayán la Policía Nacional encargada del tránsito y transporte de la ciudad, dejando a la suerte de los payaneses la movilidad y el cumplimiento de las normas de tránsito, lo cual generó un absoluto anarquismo en las vías de nuestra ciudad, vehículos encontravía, sin papeles, estacionados en el centro al gusto y acomodo de cada conductor, un festín para aquellos que no cumplen con los requisitos mínimos de movilidad. Se preguntarán entonces a que se debía dicha ausencia de tránsito, ¿Sería acaso que la Policía decidió disminuir su pie de fuerza? ¿Decidieron tomar unas vacaciones? Pues la respuesta va más a la segunda pregunta, pues efectivamente el tránsito y transporte de la Policía Metropolitana entró en unas vacaciones forzadas, todo esto producto de la ya conocida desorganización e improvisación del gobierno del cambio, pues este mismo adeudó a la policía más de mil millones de pesos, razón por la cual la policía dejo de prestar dicho servicio que se había convenido con el municipio.
No es propio de un gobierno serio, dejar pasar el pago de tan importante convenio, pero no nos encontrábamos frente a un gobierno serió, ENCONTRABAMOS, palabra conjugada a tiempopasado que gustosamente escribo, pues ya no estamos supeditados a un gobierno que descuido un sinnúmero de necesidades de los payaneses y la poca gestión realizada se vio opacada por dedicar más su tiempo y labor a defenderse y a evadir la justicia de los procesos penales que nacieron a raíz de irregularidades de su administración, olvidándose de que su labor debía están encaminada a propender por el desarrollo de nuestra ciudad. El mal sabor de este gobierno nos deja a todos una clara enseñanza, no vender nuestro voto, no creer en falsos mesías y sobre todo no poner a un inexperto en un cargo tan importante, pues la alcaldía de Popayán estuvo a cargo de una persona, que de acuerdo a sus actos nunca en su vida tocó un solo libro sobre contratación estatal o no tuvo la asesoría adecuada de su gabinete para tomar buenas decisiones frente al desarrollo o simplemente su actuar arbitrario que llevo realizar actos dubitativos a toda luz a pesar de las precauciones y recomendaciones de sus asesorestal como lo han demostrado diferentes juristas del municipio, uno tras otro contrato celebrado por la paupérrima alcaldía estaban llenos de un sinfín de irregularidades e incumplimiento de requisitos, pero haber dejado a un municipio sin el control riguroso de las autoridades de tránsito, no es más que una mofa, que un despropósito administrativo, una ignominia contra el contrato social y el control de un municipio, podremos los payaneses tener nuestras reservas en contra de las autoridades de tránsito y transporte, pero no se debe desconocer la importancia de la prestación de este servicio, pues el anarquismo que creó la ausencia de esta autoridad se tradujo en una movilidad de la ley del más fuerte.
Ahora, Popayán cuenta de nuevo con un sistema de tránsito y transporte, pues el alcalde encargado, ha llegado a un acuerdo de pago sobre lo adeudado con las autoridades de tránsito, algo que cualquier persona medianamente preparada podría haber hecho, pero que la mediocre administración del cambio no lo logró, será pues esperar que dicho acuerdo de pago sea cumplido cabalmente y que Popayán poco a poco recupera algo de gobernabilidad, la cual se vio totalmente pisoteada y violentada por un párvulo enpolítica, pues con sus comportamientos pueriles llevó a esta ciudad a una total desesperanza.
No queda más que seguir siendo aquella sociedad pujante que nos caracteriza y seguir adelante, superar este traspié y no olvidar que en las próxima elecciones debemos escoger una persona preparada, dejemos de ver si es de izquierda o de derecha, si el candidato le dará puestos a mi tío, hermana o prima si llega al poder, y propendamos por llevar a la administración de esta ciudad una persona preparada, que llegue ahí porque lo merece y no por burocracia, una utopía pero se vale soñar, ciudad blanca.
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