Una actitud desesperada e inútil ha mostrado José Darío Salazar, un personaje catalogado como muerto político que ha reaparecido para, según él, hacer de crítico de un acto histórico que ha sucedido en el Departamento del Cauca.
La firma del Pacto por la vida, los Derechos Humanos y la Paz es un hecho sin precedentes en esta región del sur del País, en un Departamento que se niega a sumirse en la violencia, que quiere ser reconocido por todas las potencialidades: su riqueza ambiental, étnica, productiva (…) la capacidad de resiliencia de su gente y sus proyecciones de desarrollo.
Este acto es el que pretende catalogar Salazar como “peligroso”e “irresponsable” sin al parecer haber leído el Pacto Caucano que se firmó, que significa en realidad la unión de los caucanos y caucanas para defender la vida. Es el resultado y la voluntad de trabajar en equipo, además de un mensaje de esperanza para los habitantes del Departamento. Una iniciativa que está siendo respaldada por las organizaciones sociales, los gremios, la academia, instituciones nacionales como el Consejo Nacional de Paz e Internacionales como la Misión de la ONU en Colombia.
Patalear por algo que está perdido, eso intenta Salazar, querer revivir a costa de otros sin lograr entender que su “muerte política” no tiene marcha atrás, y tomó la peor decisión: hacerlo con el Pacto Caucano, con un documento que defiende la vida y la paz en los territorios, ¿acaso él está en desacuerdo con la protección de los Derechos Humanos? En ese caso el peligroso resulta siendo él. –Sus campañas como la de usar la foto del Papa Francisco impulsando un referendo contra el aborto, son muestra de su manía de buscar protagonismo con la imagen de los demás.-
Es claro entonces que lo único que está haciendo José Darío Salazar es dar ´patadas de ahogado’ que no le resulta ni le resultará en un departamento como el Cauca que de a poco ha aprendido a castigar y a condenar a políticos que no aportan, y por el contrario elegir a Gobernantes que significan renovación e impulso para los territorios del Cauca como Elías Larrahondo.
Quizá su intento de ‘resucitar’ responde a la necesidad de promocionar la próxima candidatura a la Cámara de Representantes de su hijo José Darío Salazar Bernal que muy seguramente será otro quemado bajo el ideario conservador.