En las últimas horas circula en redes sociales y en sectores del chismorreo patojo que se le viene un ataque contra el candidato Octavio Guzmán quien aspira a la gobernación del Cauca por el partido Colombia Renaciente e Independientes, toda vez que es inusitado el favorecimiento del electorado caucano a favor del campesino hijo de la Vega.
Cuentan los que “saben” pero no le sostienen a nadie, que un personaje de la ciudad blanca con todos los contactos en la capital y con mucho dinero adelanta gestiones en medios de comunicación nacionales para mostrar unas supuestas pruebas que vincularían a Octavio con la minería ilegal extendida en la región y también le endilgan la pertenencia de varios yacimientos de oro, pero todo se queda en el imaginario del malicioso chisme.
Que hay de cierto en estas patrañas que enredan al más incauto, resulta que en su época de alcalde el hoy candidato Guzmán, lucho por proteger el agua para lo cual envió una propuesta a la Corporación Autónoma del Cauca, CRC, en 2014 cuando era director Luis Alberto Villaquiran, donde le manifiesta la necesidad de implementar tecnologías para que sean aplicadas por los mineros “ancestrales”, y que sean técnicas diferentes para dejar de utilizar “El mercurio”, agente contaminante del agua y la tierra, todo sustentado en el marco de la ley 1658 del 15 de julio de 2013, es decir una solicitud ajustada en el marco constitucional de la Nación y amparada por los legisladores de la República, para lo cual los mal intencionados hacen creer que se protegió la minería ilegal, cuando la verdad se buscó que los mineros tradicionales, los de a pie, los que derivan el sustento diario en esta actividad milenaria, dejaran de usar el mercurio en la zona, acción respaldada por la CRC. El contrato se efectuó con tal objetivo entre la Alcaldía de la Vega y la Corporación y los mineros “ancestrales” dejaron el uso del mercurio protegiendo el agua. Así las cosas, toda injuria y calumnia creada desde la capital caucana, solo deja ver el interés de poderosos en otras campañas a la gobernación que se sienten derrotados ante el crecimiento de la “Fuerza del Pueblo”, de modo que la próxima vez no coma cuento de lo que se dice de Octavio.