Hace un par de semanas se llevó a cabo la audiencia pública en la Corte Constitucional donde el gobernador del Cauca, Octavio Guzmán y la gerente de la Industria Licorera del Cauca (ILC) Maribel Perafán, expusieron los motivos por los cuales consideran no es pertinente abrir las puertas a la libre comercialización de licores, especialmente de aguardientes. Levantar la salvaguarda legal pondría en riesgo la comercialización del aguardiente caucano, causando una afectación directa a la economía del departamento, especialmente a los recursos que son destinados a la salud de la población. ¿Qué dice la Ley 1816 de 2016? La Ley 1816 de 2016, específicamente en su artículo 28, otorga a los departamentos la salvaguarda en la comercialización de aguardientes locales, frente a los nacionales o extranjeros, por un periodo máximo de seis años, renovable en iguales términos si las condiciones que motivaron la restricción persisten. Sin embargo, actualmente dicha Ley enfrenta una demanda de inconstitucionalidad de su artículo 28, especialmente en lo relativo a las disposiciones sobre los monopolios rentísticos de los departamentos y la posible restricción a la libre competencia en el sector de los licores. “Estos incisos vulneran la libertad de competencia consagrada en el artículo 333 de la Constitución Política de Colombia, la naturaleza de los monopolios rentísticos del artículo 336, y el derecho de los consumidores a la libre elección (artículo 78)”, argumentan los demandantes. Además, agregan que “tal como está redactada la Ley, permite el establecimiento de un monopolio de mercado en lugar de un monopolio rentístico, generando un cierre de fronteras que distorsiona el libre comercio entre los departamentos, y es contrario a la Constitución. ¿Por qué defender la Licorera del Cauca? En el tercer trimestre del año, la Industria Licorera del Cauca ha demostrado un crecimiento equivalente en la producción y ventas de su aguardiente caucano, contribuyendo de manera significativa tanto a la salud, educación y cultura, como a la economía del departamento, fortaleciendo continuamente su presencia en el mercado nacional. En ese contexto, para su defensa ante la demanda de inconstitucionalidad de la Ley, desde la licorera se dispone de bases legales para continuar en el debate, como, por ejemplo, su continuo crecimiento y aportes al desarrollo regional. “La comercialización de aguardiente caucano se clasifica como la primera fuente de ingresos de los recursos del departamento del Cauca, ya que, además de transferir vía impuestos para el cumplimiento de la finalidad social empresarial asociada a la financiación preferente de los servicios de salud, educación y deporte, realiza la transferencia de dividendos de libre destinación”, dicen desde la factoría. La Licorera del Cauca beneficia de forma directa con empleo a 187 personas y, de forma indirecta, a más de quinientas mil personas en todo el departamento. “La Industria Licorera del Cauca es fuente de empleo formal, directo e indirecto para los caucanos y caucanas, garantizando excedentes financieros a la entidad territorial para la inversión social”. En ese sentido, la defensa de la Industria Licorera del Cauca, se fundamenta en que la introducción de aguardientes de origen nacional o extranjero a los departamentos, sin limitación, constituye una amenaza para la producción local del aguardiente autóctono de este territorio. Utilidades de la ILC 在 Instagram 查看这篇帖子 Meridiano Regional (@meridianoregionalco) 分享的帖子 La ILC señala que la producción y comercialización del aguardiente caucano generan el 80% de sus utilidades, las cuales pertenecen al departamento, según lo establecido en el artículo 29 de la Ordenanza número 034 de 1996. Por lo que, la suspensión de la salvaguarda aceleraría la caída en las ventas de la Industria Licorera del Cauca y podría llevar a una situación económica irreversible. La reducción de utilidades impactaría directamente a la Gobernación del Cauca, afectando la ejecución del plan de desarrollo y proyectos sociales clave, especialmente en áreas como la salud, la educación, el deporte y otras inversiones que dependen de recursos de libre destinación. Adicionalmente, los aguardientes ya de por sí vienen perdiendo mercado, de forma global, ante los licores importados, lo que podría en el largo plazo acelerar la quiebra de las licoreras locales, que hacen parte de la raigambre cultural de cada departamento. Finalmente, la invitación a todos los ciudadanos es a seguir consumiendo el aguardiente local, el aguardiente caucano, reconocido internacionalmente por su inigualable sabor y excelente calidad.