Meridiano Regional

jueves, 06 febrero 2025

EL MEDIO DE COMUNICACIÓN CON MAYOR CREDIBILIDAD EN LA REGIÓN PACÍFICA

opinión

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El impacto de la salida de USAID en el Cauca

  La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de cerrar la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) ha generado preocupación en diversos sectores. En Colombia, y especialmente en el departamento del Cauca, donde USAID ha financiado programas clave en justicia, desarrollo económico, equidad de género y construcción de paz, su salida deja un vacío que requiere respuestas concretas. El papel de USAID en el Cauca Desde hace años, USAID ha trabajado en el departamento con iniciativas enfocadas en fortalecer comunidades vulnerables y consolidar procesos de paz. Algunos de los programas más relevantes son los siguientes: Nuestra Tierra Próspera: Formalización de tierras y sustitución de cultivos ilícitos. Justicia Inclusiva: Ampliación del acceso a la justicia en zonas afectadas por la violencia. Jóvenes Resilientes: Creación de oportunidades para jóvenes en riesgo. Hilando Vidas y Esperanzas: Apoyo psicosocial a víctimas del conflicto. Generando Equidad: Empoderamiento económico de mujeres y promoción de la equidad de género. Estos programas han tenido un impacto tangible en sectores rurales y poblaciones históricamente marginadas. La cooperación internacional ha permitido suplir, en muchos casos, la ausencia del Estado en territorios donde la inversión pública ha sido insuficiente. ¿Qué implica su salida? La retirada de USAID plantea tres desafíos centrales para el Cauca: 1. Continuidad de los proyectos. Sin los fondos de USAID, muchas de estas iniciativas quedan en riesgo. La inversión de la agencia en el departamento no ha sido reemplazada por otros cooperantes de la misma magnitud, lo que genera incertidumbre sobre su sostenibilidad. 2. Rol del Estado colombiano. La pregunta clave es si el gobierno nacional y departamental están en condiciones de asumir estos programas o si quedarán en el aire. Muchas de estas iniciativas se desarrollaban en sectores donde la presencia estatal ha sido históricamente limitada. 3. Impacto en las comunidades. La falta de recursos puede afectar el acceso a tierras, oportunidades económicas y apoyo psicosocial, factores clave en la estabilidad del Cauca. Sin mecanismos de reemplazo, comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes pueden verse afectadas en el corto plazo. Más allá del debate político La cooperación internacional ha sido una pieza clave en el desarrollo de territorios como el Cauca. La discusión no debería centrarse únicamente en si USAID debía quedarse o no, sino en cómo garantizar que los avances logrados no se vean revertidos. Y aquí viene la gran paradoja: quienes ayer aplaudían los programas de USAID, hoy celebran su salida con un “Green Go Home”, como si nunca hubieran recibido un solo beneficio de esa cooperación. Es fácil jugar a la soberanía cuando los recursos ya fueron aprovechados. El reto ahora es definir alternativas para mitigar el impacto de esta salida y determinar qué actores estarán dispuestos a asumir la responsabilidad que USAID deja en el Cauca. Porque, de hecho, los discursos e ideologías no financian proyectos ni construyen desarrollo. Te puede interesar:  

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No basta con ver la crisis, hay que enfrentarla: el trabajo por la salud en Popayán

    La madrugada del viernes 31 de enero salí a recorrer los dispensarios de Popayán. No era una visita programada ni un acto protocolario; quería ver con mis propios ojos lo que tantas personas me han contado. Y lo que encontré fue preocupante: filas interminables, pacientes que llevaban horas esperando, madres desesperadas porque no les entregaban los medicamentos para sus hijos, adultos mayores soportando largas esperas para ser atendidos. Mientras caminaba entre la gente, no pude evitar recordar cuando enfrenté el cáncer. Sé lo que es depender de un medicamento para vivir. Sé lo que es la angustia de no saber si ese tratamiento va a llegar a tiempo. Por eso, ver a tantas personas a esa hora, sufriendo esa incertidumbre y esa humillación, me dolió profundamente. No es justo que, en una ciudad como la nuestra, la gente tenga que rogar por lo que debería ser un derecho garantizado. La crisis de la salud en Colombia es una realidad que golpea con fuerza en Popayán. Las EPS no están cumpliendo con su labor y la gente es la que sufre las consecuencias. No es normal que una persona tenga que esperar meses para una cita con un especialista ni que la entrega de medicamentos esenciales sea una batalla diaria. Pero no basta con ver la crisis, hay que enfrentarla. Desde la Secretaría de Salud Municipal de Popayán, hemos venido adelantando acciones concretas para mejorar la atención en la ciudad. En 2024 realizamos nueve visitas de inspección y vigilancia a las EPS e IPS, exigiendo planes de mejoramiento y reportando fallas ante la Superintendencia Nacional de Salud. Este año, duplicaremos esos esfuerzos. Además, realizamos cuatro visitas a dispensarios de medicamentos con alto número de quejas, como Emssanar, Asmetsalud y Nueva EPS, documentando las irregularidades y remitiéndolas a las entidades de control. Sabemos que hay problemas estructurales en el sistema, pero no por eso dejaremos de hacer todo lo posible para mejorar la situación de nuestros ciudadanos. Otro de los grandes problemas que enfrentamos es que muchas de las personas que necesitan atención médica en Popayán no pueden ser tratadas en la ciudad. Muchos pacientes deben trasladarse a otras ciudades de Colombia para recibir atención especializada, en especial aquellos que requieren tratamientos oncológicos y de alta complejidad. Esto representa un desafío adicional, pues no todos cuentan con los recursos para costear sus desplazamientos, poniendo en riesgo la continuidad de sus tratamientos. Por eso, desde la Alcaldía nos hemos comprometido en las mesas técnicas con ciudadanos, especialmente pacientes con cáncer, para desarrollar actividades sociales que nos permitan gestionar recursos y ayudar a aquellos que no tienen cómo transportarse. Nadie debería perder un tratamiento por falta de dinero para un pasaje. La salud es un derecho, y vamos a trabajar para que cada persona que lo necesite pueda acceder a ella sin barreras económicas. Enfrentamos, además, otros retos en salud pública. En 2024 logramos reducir los casos de dengue en un 74%, activamos un plan de contingencia para eliminar criaderos del mosquito Aedes aegypti y realizamos más de 30 jornadas de fumigación en diferentes comunas. También avanzamos en la promoción de la salud y en la prevención de enfermedades, con acciones de vigilancia y control alineadas con los planes de salud nacional y territorial. Para el 2025, tenemos objetivos claros: fortalecer la articulación con la Gobernación del Cauca, las EAPB y la red hospitalaria del municipio, garantizar una mejor gestión en la entrega de medicamentos y mejorar el acceso a la atención especializada para reducir los tiempos de espera. Sabemos que la solución a esta crisis no se dará de la noche a la mañana. Pero lo que sí podemos hacer es trabajar, exigir y, sobre todo, estar presentes. No vamos a quedarnos esperando respuestas desde un escritorio. Seguiremos recorriendo cada rincón de Popayán, visitando los centros de salud, viendo con nuestros propios ojos lo que sucede y escuchando directamente a quienes padecen esta crisis. Es muy fácil opinar desde la distancia, pero el verdadero liderazgo se demuestra con presencia, con acción y con compromiso real. Popayán necesita respuestas y soluciones. Como alcalde, mi compromiso es seguir exigiendo a las EPS y al Gobierno Nacional las garantías que nuestra gente merece, pero también actuar desde lo local con todas las herramientas que tengamos. La salud no puede ser un privilegio. Es un derecho, y lo vamos a defender.

Juan José Salamanca Villegas - Obsolescencia Política: ¿Los líderes tienen fecha de vencimiento?
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Obsolescencia Política: ¿Los líderes tienen fecha de vencimiento?

Obsolescencia Política ¿Alguna vez has sentido que te venden una promesa con fecha de vencimiento? Como un producto brillante, que en unos meses, quizás un año, estará obsoleto. Lo mismo ocurre con nuestros líderes: llegan con una fecha de caducidad que todos ignoramos hasta que es tarde. La estrategia de la obsolescencia política programada La obsolescencia programada, ese término que parece sacado de un manual técnico, es una estrategia que ha invadido nuestras vidas. Es cuando un fabricante decide, de manera premeditada, cuándo su producto dejará de funcionar, obligándonos a reemplazarlo antes de lo necesario. Este concepto, que hemos experimentado con nuestros teléfonos, electrodomésticos y otros dispositivos, es igualmente aplicable a nuestras vidas y, sorprendentemente, a nuestros gobiernos. Nos hemos acostumbrado a vivir rodeados de cosas que sabemos tienen una vida útil limitada, pero ¿qué sucede cuando aplicamos esta lógica a quienes nos gobiernan? Los líderes, como esos dispositivos que alguna vez fueron novedosos y llenos de promesas, llegan al poder con un brillo que parece inquebrantable. Sin embargo, con el tiempo, sus discursos inspiradores se vuelven repetitivos, las promesas se desgastan, y lo que alguna vez fue innovador se transforma en obsoleto. El desgaste del poder: En el caso de los gobernantes, esta «obsolescencia» no solo es producto de las limitaciones naturales de los mandatos, sino de un ciclo de desgaste que comienza tan pronto como asumen el poder. La maquinaria del Estado, con su pesada burocracia, los intereses y la resistencia al cambio, actúa como una fuerza implacable que erosiona la energía y el idealismo que un líder trae consigo al asumir su cargo. Aquellos que alguna vez fueron percibidos como agentes de cambio, pronto se ven atrapados en un juego de supervivencia política, donde el objetivo deja de ser transformar y pasa a ser simplemente mantenerse a flote. Pero ¿cómo llegamos a este punto? La obsolescencia de nuestros líderes no es solo un reflejo de las estructuras de poder, sino también de nuestra propia impaciencia como sociedad. Vivimos en una era de gratificación instantánea, donde se espera que los resultados sean inmediatos y las soluciones, rápidas. Sin embargo, gobernar es una tarea compleja que requiere tiempo, visión y, sobre todo, continuidad. Es aquí donde radica el problema: en nuestra búsqueda incesante de novedades, terminamos descartando a aquellos que podrían ofrecer soluciones sostenibles a largo plazo. El ciclo vicioso de la política Este ciclo vicioso no solo afecta a los gobernantes, sino también a la calidad de las políticas que se implementan. La presión por obtener resultados rápidos lleva a decisiones superficiales, a políticas que buscan satisfacer a corto plazo, pero que carecen de sustancia y visión a largo plazo. Esto, a su vez, perpetúa la insatisfacción de la sociedad, que pronto se cansa de la falta de resultados tangibles y vuelve a exigir un cambio de liderazgo, continuando así el ciclo de la obsolescencia. La pregunta clave es: ¿Es posible romper este ciclo? ¿Podemos tener líderes que se mantengan vigentes, que evolucionen con las necesidades de la sociedad, y que no caigan en la trampa de la irrelevancia? Tal vez la respuesta esté en una comunicación más efectiva, en una gobernanza que realmente escuche y responda, y en una ciudadanía que entienda que el cambio profundo requiere tiempo, paciencia y, sobre todo, continuidad. Valorar la constancia sobre la novedad Una sociedad que realmente aspire a un cambio significativo debe aprender a valorar la constancia y la resiliencia por encima de la novedad. Es necesario redefinir nuestras expectativas y entender que no todos los problemas tienen soluciones instantáneas. Los líderes que tienen la capacidad de adaptarse y evolucionar, de escuchar y aprender, son los que deberían mantenerse en el poder. Sin embargo, esto requiere un cambio de mentalidad, tanto en quienes gobiernan como en quienes son gobernados. En última instancia, la obsolescencia en nuestros gobernantes es un reflejo de una sociedad que ha sido condicionada a buscar soluciones rápidas y sencillas a problemas complejos. Pero, al igual que con los productos que compramos, tal vez sea hora de reconsiderar este enfoque, de invertir en soluciones duraderas y de exigir una calidad y longevidad que vaya más allá del mandato de turno. Solo así podremos romper el ciclo y evitar que nuestros líderes se vuelvan obsoletos antes de tiempo. Juan José Salamanca Villegas @juanjosesalamancav Te puede interesar: Desconexión política: cuando los gobiernos pierden el contacto con sus ciudadanos

Desconexión política: cuando los gobiernos pierden el contacto con sus ciudadanos
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Desconexión política: cuando los gobiernos pierden el contacto con sus ciudadanos

En la vorágine de la política moderna, una constante ha permanecido inalterada a través del tiempo: la desconexión entre los gobiernos y la ciudadanía. La campaña política, ese bullicioso periodo donde los candidatos recorren calles, plazas y redes sociales, promete un cambio, una cercanía y una escucha activa que rara vez se mantienen una vez que los votos han sido contados y las elecciones ganadas. ¿Qué sucede en ese abismo que se abre entre los discursos de campaña y la fría realidad del poder? La respuesta, lamentablemente, parece estar en la desconexión y la falta de comunicación efectiva. La comunicación en tiempos de campaña En tiempos de campaña, los candidatos políticos son maestros de la comunicación. Manejan con destreza los lenguajes verbales y no verbales, ajustan sus mensajes según el público y utilizan las herramientas digitales para llegar a cada rincón de la sociedad. Prometen ser la voz del pueblo, escuchan atentamente las preocupaciones de los ciudadanos y aseguran que sus puertas estarán siempre abiertas. Sin embargo, una vez en el poder, esa dinámica cambia dramáticamente. Los gobiernos se encierran en sus burbujas burocráticas, rodeados de asesores y expertos que, aunque competentes, a menudo carecen de una conexión real con la vida cotidiana de la gente común. El problema no es solo la falta de comunicación, sino la naturaleza misma de la comunicación que se intenta llevar a cabo. Los mensajes se vuelven técnicos, los discursos se llenan de jerga política y administrativa, y las decisiones se anuncian sin un contexto claro que permita a los ciudadanos comprender el porqué de cada medida. En lugar de mantener una conversación continua y abierta, los gobiernos tienden a hablar desde un pedestal, olvidando que la comunicación efectiva es un diálogo, no un monólogo. Esta desconexión tiene consecuencias graves. La falta de comunicación clara y transparente alimenta la desconfianza y la apatía. Los ciudadanos, que se sintieron valorados y escuchados durante la campaña, se sienten ahora ignorados y desilusionados. Este desencanto se traduce en protestas, en una menor participación electoral y en un creciente escepticismo hacia la política y los políticos en general. Gestión de crisis: un reflejo de la desconexión Un claro ejemplo de esta desconexión es la manera en que se gestionan las crisis. En situaciones de emergencia, la comunicación gubernamental se vuelve crucial. Sin embargo, es precisamente en estos momentos cuando más evidente se hace la desconexión. Los mensajes son tardíos, confusos y, en muchos casos, contradictorios. La población queda desinformada y, lo que es peor, desprotegida. La falta de una comunicación clara y coherente no solo genera caos, sino que también mina la credibilidad del gobierno. Para reconectar con la ciudadanía, los gobiernos deben adoptar una estrategia de comunicación política que vaya más allá de los anuncios y los discursos oficiales. Deben abrir canales de comunicación bidireccionales, utilizar las redes sociales no solo para informar, sino para interactuar y responder a las inquietudes de los ciudadanos en tiempo real. Es fundamental humanizar los mensajes, hacerlos comprensibles y relevantes para la vida diaria de las personas. Transparencia y confianza: pilares fundamentales Además, la transparencia debe ser una prioridad. Explicar el porqué de cada decisión, mostrar los procesos detrás de las políticas públicas y reconocer los errores cuando se cometen, son pasos esenciales para reconstruir la confianza. Los gobiernos deben recordar que la comunicación no es solo una herramienta para gobernar, sino una obligación moral hacia aquellos a quienes sirven. Una oportunidad para el cambio En conclusión, la desconexión entre los gobiernos y la ciudadanía no es una inevitabilidad, sino un fallo que puede y debe ser corregido. La comunicación efectiva es la clave para un gobierno que no solo gobierne, sino que también entienda y responda a las necesidades de su pueblo. Los gobiernos deben dejar de hablar a la gente y empezar a hablar con la gente. Solo entonces podrán cerrar ese abismo que hoy los separa de aquellos a quienes prometieron servir. La era digital ha traído consigo herramientas sin precedentes para la comunicación, y es imperativo que los gobiernos las utilicen de manera efectiva y ética. La transparencia, la empatía y la interacción constante no son solo buenas prácticas de comunicación política, sino los pilares sobre los cuales se puede construir una verdadera democracia participativa. Es hora de que los gobiernos se reconecten con la gente y cumplan con la promesa de ser verdaderamente representativos y responsables. Juan José Salamanca Villegas @juanjosesalamancav   Te puede interesar: Venezuela; estrategia geopolítica y poder

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Campesinos de otros departamentos bloquean el Cauca ¡infame!

La situación en el departamento del Cauca ha llegado a un punto crítico. Los bloqueos en la vía Panamericana, esta vez liderados por el Congreso de los Pueblos, han puesto en jaque la movilidad y la economía de la región. Sin embargo, es esencial analizar y entender las causas subyacentes de estos bloqueos para determinar las verdaderas responsabilidades. Los manifestantes, aproximadamente unas 500 personas pertenecientes al Coordinador Nacional Agrario (CNA), provienen de diversos departamentos como Nariño, Cauca, Huila y Putumayo. Estos campesinos han tomado la decisión de bloquear la vía como un último recurso para ser escuchados por el Presidente Gustavo Petro. Sus demandas son claras: exigen la reestructuración de la doctrina de seguridad del Estado y el desmonte del paramilitarismo, entre otros puntos vitales para su supervivencia y dignidad. Los manifestantes dan a conocer en sus exigencias que sienten una frustración enorme por el abandono estatal en cabeza de “el gobierno del cambio”. Asimismo, es importante señalar que los gobernadores de Nariño, Huila y Putumayo no han expresado suficiente preocupación por esta crisis, a pesar de que muchos de los manifestantes provienen de sus territorios y han contribuido a los bloqueos en la vía Panamericana. La falta de acción y apoyo de estos gobernadores agrava la situación, al no abordar de manera efectiva las necesidades y demandas de sus propias comunidades. Los bloqueos en la vía Panamericana son una consecuencia directa de la falta de cumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno nacional. La desidia y la falta de respuesta han empujado a estas comunidades a una situación límite. Por lo tanto, la responsabilidad recae no solo sobre el presidente Gustavo Petro y su administración, sino también sobre los gobernadores de los departamentos involucrados, quienes deben asumir su parte y actuar de manera inmediata para resolver esta crisis. El Gobernador del Cauca ha asumido una posición de diálogo, de escucha y de concertación, sin embargo actualmente se le señalan responsabilidades que no tiene. Los gobernadores de los departamentos como Nariño, Cauca, Huila y Putumayo brillan por su ausencia e inacción. Es momento de que el gobierno nacional y los gobiernos departamentales del suroccidente actúen en bloque para garantizar el cumplimiento de los acuerdos pactados con las comunidades. La estabilidad y el desarrollo de la región dependen de ello. La solución no está en culpar exclusivamente a los líderes locales, sino en reconocer y abordar los problemas estructurales que afectan a estas comunidades desde hace años. Es hora de que el gobierno nacional y el Ministro del Interior que es nacido en el pacífico caucano, tomen conciencia y no se limiten a pensar solo a pensar en las elecciones de 2026 sino que cumplan las promesas que le hicieron a los campesinos que hoy tanto claman la atención de un “gobierno del cambio” que pareciera nunca será.

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La hipocresía de Juan Carlos López Castrillón frente al bloqueo de la Panamericana

Juan Carlos López Castrillón, exalcalde de Popayán, ha vuelto a la escena pública con un cinismo desbordante. En su reciente tweet, acusa al gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, de la ineficiencia frente a los bloqueos en la vía Panamericana. Sin embargo, esta acusación ignora la verdadera responsabilidad detrás de esta problemática. Es irónico que ahora intente culpar al gobierno departamental de problemas que claramente requieren una solución integral y nacional. Los bloqueos en la vía Panamericana son una problemática compleja que afecta a todo el país y requieren la atención del gobierno nacional para una resolución efectiva. La incapacidad de la administración de Gustavo Petro para abordar esta situación ha dejado a las comunidades del Cauca en una posición de vulnerabilidad. Mientras tanto, López Castrillón, conocido como «El Pollo», no solo lanza críticas sin fundamento sino que también tiene sus propias ambiciones políticas. Aspira a convertirse en senador o representante a la cámara por el Cauca, y ya ha contratado a varios periodistas para promover su imagen y campaña. Esta estrategia de desviar la atención de sus propias fallas administrativas y culpar a otros es simplemente un intento de manipular a la opinión pública para sus propios fines políticos. Los ciudadanos del Cauca merecen líderes comprometidos y competentes que trabajen en soluciones reales, no figuras políticas que buscan aprovecharse de la situación para ganar notoriedad. Es hora de que el gobierno nacional asuma su responsabilidad y actúe para resolver los bloqueos en la vía Panamericana, en lugar de dejar que la carga recaiga injustamente sobre las autoridades locales. ¿Votarías por «El Pollo» al Congreso?

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El que hace trampa para llegar lo hará para Gobernar

El que hace trampa para llegar lo hará para Gobernar Juan Diego Castrillón Orrego, es solamente un camaleón que se vende a su mejor postor. Recordamos como cuando fue rector de la Unicauca, frenaba cuanto proceso iba en favor del estudiantado (si ese mismo estudiantado que hoy hace parte del Pacto Histórico), incluso algunos en su momento manifestaron que era un rector que se oponía a que la Universidad del Cauca fuera un escenario de paz. No lo decimos nosotros, aquí está el reportaje de la Silla Vacía escrito en 2016: La administración de la Unicauca: ¡Una mentira más! Así mismo, como olvidar que para ese 2016 tuvo como invitado de honor a uno de los alfiles del uribismo, a José Obdulio Gaviria, lo trajo a los balcones de la ciudad blanca, haciendo sus amañes políticos y acuerdos. Se dice un hombre de izquierda, pero hasta el Partido Comunista emitió una carta de rechazo a su candidatura, como también los docentes de la Universidad del Cauca, donde fue rector y hoy ellos que saben de sus malos manejos, rechazan y advierten sobre el grave y enorme peligro que sería, si Juan Diego gana la gobernación. Pero para no irnos muy lejos, Juan Diego era de los candidatos menos opcionados a ser el del Pacto Histórico, pero lo logró gracias a las viejas mañas políticas de la corrupción, a bajar del papayo a los demás gracias a Juan Carlos López Castrillón, el Pollo, el que lo avala e hizo los acuerdos en Bogotá para venir a imponer un candidato. Pero más allá de todo eso, resulta triste y vergonzoso escuchar a este señor en sus discursos públicos y entrevistas, NO TIENE PROPUESTAS, no conoce el Cauca porque a penas se lo está recorriendo, solo habla mal de los demás candidatos, de otros políticos, y lo único que sale de su boca es cizaña y falsedad. Pero no sabe de presupuesto público, del sistema de regalías y jamás ha tenido experiencia en una entidad territorial, es un peligro. El Pacto Histórico debe respetarse, pero no podemos caer en elegir a un camaleón que lo único que ha hecho es acomodarse según sus intereses, que no representa en nada ese proceso político y que mucho menos podrá ser el interlocutor que necesita el Cauca ante el Gobierno Nacional; porque entre otras cosas, es el mandadero de Temistocles Ortega, es el su jefe de debate y quien por debajo de la mesa hace los acuerdos, luego entonces si gana la gobernación quien estará en Bogotá en nombre del Cauca será Tito y no Juan Diego. Piense bien…

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Con broche de oro cerro campaña Diana Fuentes

Con broche de oro cerro campaña Diana Fuentes En la noche del viernes 20 de octubre, se dieron cita en el Coliseo la Estancia de Popayán más de seis mil quinientas personas que le demostraron el respaldo a Diana Fuentes, en su aspiración a la alcaldía, fue tanta la presencia de publico que acondicionaron sillas en el exterior para quienes no pudieron entrar. “Gracias por tanto amor, estoy conmovida por el respaldo de lideresas y lideres que se han hecho presentes hoy aquí en un claro respaldo a mi propuesta para la ciudad, estoy segura de que vamos a darle un giro de progreso para mejorar las condiciones de vida de los payaneses”, manifestó la candidata Fuentes. Diana Fuentes, es Abogada, con especializaciones en Derecho Procesal, Administrativo y Constitucional. Su trayectoria profesional ha transcurrido en el sector público como concejala y se desempeñó como secretaria de Tránsito y Transporte de Popayán, como también fue gerente del Sistema Estratégico de Movilidad; y en lo privado, como empresaria integró la Junta Directiva de la Cámara de Comercio del Cauca, entre el 2012 al 2014. Su aspiración al primer cargo de la ciudad cuenta con el aval del Partido Conservador Colombiano. Con broche de oro cerro campaña Diana Fuentes Regresar al sitio web para conocer más

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Se dice de OCTAVIO

En las últimas horas circula en redes sociales y en sectores del chismorreo patojo que se le viene un ataque contra el candidato Octavio Guzmán quien aspira a la gobernación del Cauca por el partido Colombia Renaciente e Independientes, toda vez que es inusitado el favorecimiento del electorado caucano a favor del campesino hijo de la Vega. Cuentan los que “saben” pero no le sostienen a nadie, que un personaje de la ciudad blanca con todos los contactos en la capital y con mucho dinero adelanta gestiones en medios de comunicación nacionales para mostrar unas supuestas pruebas que vincularían a Octavio con la minería ilegal extendida en la región y también le endilgan la pertenencia de varios yacimientos de oro, pero todo se queda en el imaginario del malicioso chisme. Que hay de cierto en estas patrañas que enredan al más incauto, resulta que en su época de alcalde el hoy candidato Guzmán, lucho por proteger el agua para lo cual envió una propuesta a la Corporación Autónoma del Cauca, CRC, en 2014 cuando era director Luis Alberto Villaquiran, donde le manifiesta la necesidad de implementar tecnologías para que sean aplicadas por los mineros “ancestrales”, y que sean técnicas diferentes para dejar de utilizar “El mercurio”, agente contaminante del agua y la tierra, todo sustentado en el marco de la ley 1658 del 15 de julio de 2013, es decir una solicitud ajustada en el marco constitucional de la Nación y amparada por los legisladores de la República, para lo cual los mal intencionados hacen creer que se protegió la minería ilegal, cuando la verdad se buscó que los mineros tradicionales, los de a pie, los que derivan el sustento diario en esta actividad milenaria, dejaran de usar el mercurio en la zona, acción  respaldada por la CRC. El contrato se efectuó con tal objetivo entre la Alcaldía de la Vega y la Corporación y los mineros “ancestrales” dejaron el uso del mercurio protegiendo el agua. Así las cosas, toda injuria y calumnia creada desde la capital caucana, solo deja ver el interés de poderosos en otras campañas a la gobernación que se sienten derrotados ante el crecimiento de la “Fuerza del Pueblo”, de modo que la próxima vez no coma cuento de lo que se dice de Octavio.

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El eterno quemado, Víctor Ramírez

Recordamos cuando Ramírez fue Alcalde en el 2004 – 2007, una gestión pobre que dio inicio al caos vehicular que hoy vive Popayán, prometió una mega obra y lo que hoy se tiene en la Esmeralda, es totalmente diferente a lo que prometió; más allá de gestión, lo único que se notó fue como sus hijos mejoraron de colegio, mejoró su situación económica, es decir se fortaleció en su vida personal y eso no está mal, lo mal es que a hoy 2023 nadie recuerda cual fue su legado ni su gestión, no se le conoce mayor obra de impacto. Fruto de esa nefasta gestión, es ver que desde entonces en todas las elecciones que ha participado se ha quemado, no en vano le dicen el “eterno quemado”. Cómo olvidar que, en el 2019 en su campaña para la Gobernación (donde fue derrotado con contundencia), en una reunión política afirmó que cuando estaba por llegar el Centro Comercial Campanario, le planteó a Arturo Calle que en Popayán había una economía alrededor del narcotráfico por los cultivos de uso ilícito, y que con eso lo había convencido porque era una buena plaza. Frente a esto, el gran empresario Arturo Calle salió en su contra y con toda razón, fue vergonzoso, en entrevista dijo “Cómo es que un tipo que quiere ser gobernador dice que invitó a empresarios, y les dijo vengan, hagan presencia que aquí hay plata del narcotráfico y les va a ir bien. Increíble”. Es una lástima esa visión tan pobre de lo que es el Cauca, y claro, es una persona que más allá del parque caldas, solo conoce lo poco que ha recorrido, una que otra cabecera urbana, porque desconoce la geografía caucana, sus sectores rurales, su diversidad, su gastronomía, en lo cual otros candidatos si le llevan una enorme ventaja; y fruto de ello es que grandes líderes especialmente del norte y sur del Cauca, que hace 4 años le hicieron campaña, hoy no le hayan creído y prefirieron levantar otras banderas que se visionan ganadoras para la gobernación. Como van las cosas, este será otro proceso electoral más en la derrota para Víctor Ramírez, y para quienes lo rodean como Oscar Campo y Cesar Cristian; lo cual podría ser resultado de las banderas del tradicionalismo, la poca experiencia, el escaso conocimiento del territorio, el que pasaron 4 años y no estudió, no se formó, por el contrario, sigue con el mismo discurso de odio, resentimiento y crítica al gobierno de turno. Que, entre otras cosas, -la política es dinámica- hace 4 años Víctor Ramírez hizo campaña mal hablando y despotricando de Oscar Campo, hoy su amigo, su jefe de debate, se les voltearon las ideas, se les cambió la chupa y ahora son amigos, unidos en la diversidad. Finalmente, para no perder de vista, este candidato representa la fuerte oposición, dado que CAMBIO RADICAL está abiertamente declarado en contra del Gobierno Nacional, y eso en nada es beneficioso para el desarrollo y la inversión que necesita el departamento del Cauca.

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