Un ciudadano entuteló a las secretarías de Salud de Cali y Valle, así como al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, por considerar que no hay controles a las bebidas alicoradas del Pacífico, tales como el arrechón, el viche o el tumbacatres, a las que se atribuyen poderes afrodisíacos.

La acción de tutela instaurada por Diego Alberto Ramos Moncayo fue admitida por el Juzgado Quinto de Familia de Oralidad de Cali.

“Lo que reclama la tutela es el derecho a la salud por omisión de las entidades como la Secretaría Municipal, Departamental de Salud, del Invima, de la misma Superintendencia de Salud, que no hacen ninguna exigencia normativa a estas bebidas alcohólicas como la regulación, el registro sanitario”.

Sostiene que muchos de estos licores se elaboran de manera de artesanal o manual en “alambiques en sus propias casas y eso ha pasado por muchos años”.

El Juzgado admitió la demanda por considerarla “procedente por la presunta vulneración a los derechos de igualdad, debido proceso, al trabajo, a la salud y a la vida”.

En la región ya se produjeron las primeras reacciones, pues se cree que con este proceso se afecte el desarrollo de encuentros y actividades culturales que más allá de intereses económicos divulga saberes ancestrales de las comunidades afrodescendientes de Cauca, Valle, Chocó y Nariño.